miércoles, 16 de junio de 2010

Si la noche fuera eterna...

Cuando los pensamientos atormentan mucho más que una noche de tormenta, es cuando deseamos no pensar, no sentir, no….

He de aprovechar que el caudal de emociones que recorría mi ser ha mermado para evitar así contaminar mi pluma con sentimentalismos y tratar de expresar lo que siento con la manera objetiva como lo he venido haciendo… o, por lo menos esa es mi intención.

Quisiera estar a la deriva, en medio del inmenso océano y bajo un manto oscuro lleno de estrellas; estrellas que iluminen los caminos. No quiero pensar, tan solo sentir como la brisa acaricia todo a su alrededor, lo único que quiero escuchar es el viento soplar.

Mis ojos solo han de contemplar la luna, pues es ella la única belleza incapaz de hacerme daño. Ella es mi madre astral, aquella que cuando mi madre en tierra no puede atenderme ella con solo mostrarse me da un alivio equiparado a la calidez de un abrazo maternal. Entre ella y yo no hacen falta brazos, no hacen falta besos, ni caricias; para mi solo es necesaria su existencia y para ella solo es necesaria mi admiración.

Sin embargo, a pesar de estar bajo un manto de estrellas mi horizonte es oscuro. Me pregunto ¿Oscuro porque así lo quiero? U ¿Oscuro porque así es? Creo que tiene de ambas, no puedo esperar que aquellos pequeños astros celestes me clarifiquen un camino que solo yo he de alumbrar así que, en cierta forma, mi horizonte es oscuro porque así lo es. Por otro lado, debo reconocer que los múltiples tropezones que he podido llevarme si bien no han logrado crear una fortaleza inexorable alrededor de mis sentimientos, han hecho que lleve una suerte de lentes oscuros que me hacen ver el cielo nublado
todos los días. Aquí es donde mi horizonte es oscuro porque así lo he querido.

Pero, en estos momentos de reflexión es donde encuentro respuestas a las múltiples preguntas que a veces me agobian. Preguntas que yo solo se, y que a nadie deben importarle. Respuestas que solo deben satisfacerme a mi y no a más nadie. Quiero seguir en este océano tranquilo y sereno por un tiempo más hasta que logre encontrar la forma de continuar sin lastimarme pero sin ser yo quien maltrate, buscando la forma de continuar viviendo sin importarme lo que este sucediendo.

Las olas que agitaban el océano que hoy es sereno, fueron creadas por mi mismo. Yo, al involucrarme demasiado en las cosas me adentro en profundidades que a veces van más allá de mi comprensión y eso hace que me introduzca en un mar lleno de agitaciones y de indecisiones que en vez de ayudarme a seguir me estancan. Cada vez más me voy desprendiendo de estos mares tormentosos y me adentro en la única profundidad que me es comprensible… la mía.

La reflexión es mi mayor virtud y la intuición mi mejor arma. Esta ultima es la que me ayudara a evitar situaciones dolorosas, la que me prevendrá de ilusiones dañinas y la que me advertirá de posibles cambios inesperados; por su parte la reflexividad que me fue dada de nacimiento será la mejor manera que tendré de interpretar todos los acontecimientos que se suscitan a mi alrededor. Por consiguiente, el medio para consumar todos mis fines será la paciencia; esta, a su vez, será mi mayor prueba.

Abrí los ojos un momento para buscarte y allí te encontré, donde siempre estas, donde siempre has estado. Sin reproches y con la disposición inagotable que solo se ve en una madre estuviste allí y me escuchaste, gracias por la calidez que me das sin necesidad de un abrazo y gracias por el beso que me das a través del viento soplando. Por ahora me retiro a descansar, he de aprovechar que mi vida poco a poco retorna a un estado de tranquilidad para cerrar mis ojos y descansar, para proyectar nuevamente mi futuro.

Sin importar quienes me acompañen, quienes me traicione, me decepcionen o me abandonen se que tu siempre estarás allí donde te busco todas las noches y siempre estarás dispuesta a escucharme. Solo tú has escuchado mis plegarias, plegarias que nadie más sabe; tú has visto correr lágrimas que los demás no y me has acompañado en momentos de dolor. Si en algún momento me he sentido solo es porque la noche ha estado nublada, pero aun así, desde la penumbra, tu estas y estarás allí observándome, cuidándome.

Si tan solo la noche fuera eterna…

No hay comentarios:

Publicar un comentario