Burbujas
Una, dos…pierdo la cuenta
no sé cuantas burbujas hay en mi cabeza.
Tres, cuatro…no salgo de esta celda
donde una falsedad me apresa.
Cinco, seis…creo ver
siete, ocho…empañados están mis ojos
Nueve, diez…
¿será que son diez?
Yo no sé cuantas burbujas hay en mi cabeza.
Once, doce…me pregunto si se rompen
o si ellas se absorben y esta prisión me corrompe.
Trece, catorce…me voy sintiendo visceral,
mientras mayor es el encierro, mayor es la calamidad.
Quince, dieciséis…creo que me ahogo
diecisiete, dieciocho…no puedo respirar con tanto enojo.
Diecinueve, veinte…
¡Ya van veinte!
Y sigo sin saber cuántas burbujas hay en mi cabeza
Veintiuno…voy dejando el orgullo
veintidós…hago hablar al corazón
veintitrés…aumenta el estrés
veinticuatro…no me siento asfixiado
veinticinco…tu voz me hace pegar un brinco
veintiséis…creo que el golpe en el techo rompió la pared
veintisiete…tu ser me conmueve
veintiocho…voy saliendo de este hoyo
veintinueve…hablar alivio mi alma
treinta…¡caramba! ¿Treinta?
Cuarenta…un té, un café, un chocolate,
eso siempre suaviza la conversa.
Cincuenta…voy viendo las cosas de otra manera
y escuchando unos estallidos en otras celdas.
Sesenta…no sabía que había una ventana abierta
donde te miro y me miras
donde me miras y te miro.
Setenta…la ternura escapa de su celda
y se junta con el gusto que anda con la cara descubierta.
Ochenta…¡y para más estuvo lloviendo!
¡Oh! La lluvia siempre nos trae recuerdos.
Noventa…el deseo se reprime
pero el gusto y la ternura se toman del brazo y caminan por la acera.
Cien…¡Cien!
Yo no sé si son cien o cuántas son
ahorita sólo oigo al corazón
y unos ruidos en mi cabeza.
La alegría corre a lágrima suelta
porque se limó la aspereza…
…y no sé cuántas,
pero burbujas estallan en mi cabeza y eso me contenta.